Cuenta su historia que las aguas y los barros de su laguna sirvieron para curar las heridas de los caballos de las huestes de Rodrigo Díaz, el Cid Campeador. Actualmente es un espacio natural que sirve de parada de las aves migratorias.
Parroquia de la “exaltación de la Cruz”
Se levanta sobre un altozano un poco apartado y rodeado de tierras de labor. Es una construcción de planta de cruz latina de nave única con cabecera plana y crucero muy marcado al exterior. Destaca la talla del Cristo atado a la columna, de finales del siglo XVII, que responde al tipo de imaginería popular castellana, pero que no sigue los modelos tradicionales, ya que más bien se apoya en la columna y tiene una expresión entre el dolor y la esperanza, que invita al recogimiento y a la meditación.